La pandemia de coronavirus nos ha retado en muchos aspectos de nuestra vida. El aislamiento, las medidas de precaución, la educación y los trabajos han sido trastocados. Ello sin contar con las formas en que nos entreteníamos. Salir a pasear, ir a una discoteca o al cine es un contrasentido frente a las medidas de aislamiento y protección. Por ello hablaremos de nuestras finanzas en tiempos de coronavirus y como manejarlas.
Los sistemas de salud se han visto desbordados por la pandemia lo que implica mayores gastos en el área de salud. Muchas industrias han sido afectadas generando bajas en los ingresos despidos e incluso industrias enteras en cierre o transformación.
Sin duda la pandemia lo ha cambiado todo y al cambiar la economía y nuestras relaciones sociales nos obligan a adaptarnos. Quizás todavía nos preguntemos ¿cómo debemos adaptarnos?
En este artículo hablaremos de las finanzas en tiempos de coronavirus, cómo reinventarnos y como superarlo.
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Uno de los aspectos más importantes de la economía es la confianza. Sin confianza las personas comienzan a replegarse y a cerrar el gasto. Al cerrar el gasto la circulación del dinero se afecta y comienza un proceso que puede llegar a una recesión.
Crisis como la crisis inmobiliaria, la gran depresión entre otras han tenido distintas maneras de abordaje. Pero como todo al final la economía tiene una mayor o menor afectación.
Desde los gobiernos se trata de restablecer la confianza. Desde las personas se trata de estar preparados lo mejor posible para afrontar las consecuencias.
Ya sea que los gobiernos tomen o no acciones que nos protejan como ciudadanos, es nuestro lugar estar preparados. La preparación es la clave para las finanzas en tiempos de crisis y de coronanavirus.
Los países y personas que tenían fondos para emergencia han podido sobrellevar con mayor tranquilidad la situación.
Los sistemas de salud en mejores condiciones han podido afrontar la pandemia y así lo han hecho las personas con mejor estado de salud previo. Este momento nos demuestra que la salud personal también es parte de nuestra economía y al cuidar de una cuidamos ambas.
La clave es la prevención y la previsión. Por ello hoy hablaremos de cómo reflejar ambas en nuestros patrones de ingreso, gasto, endeudamiento y ahorro. Así estaremos listos no sólo para afrontar una pandemia, sino cualquier situación de crisis.
Entender las consecuencias de una epidemia o pandemia es importante para entender lo que pasa en la economía. La clave es que los contagios masivos dan pie a medidas típicas para abordar la situación.
Una medida típica resulta en el aislamiento de las personas para cortar las cadenas de contagio. Esto conlleva a que las relaciones sociales y económicas se reduzcan. El aislamiento lleva a muchos a posponer gastos y por ende las empresas tienen menores ingresos.
Las empresas con proyecciones conservadoras están mejor preparadas para aquellas cuyas proyecciones de ingreso son agresivas. Así mismo las personas que operan en función del 100% de sus ingresos generan gastos y endeudamiento que los puede llevar al límite.
Las empresas al estar operando con menores ingresos pueden ajustarse. Esto puede llevar a despidos o a reorganizaciones que pueden trastocar los planes de expansión. Normalmente el nivel de empleo se resiente lo que conlleva a menos gasto y más recesión.
Por ello los gobiernos en su afán por evitar la recesión inyectan dinero a la gente desempleada para mantener la economía. Sin embargo este dinero tendrá un efecto a futuro así como los gastos adicionales en el sistema de salud.
Todo ello tarde o temprano puede pasar factura a menos que los gobiernos tengan saneadas sus cuentas fiscales. Es por ello que en tiempos de “vacas gordas” necesitamos prestar atención a nuestras finanzas.
El balance entre ingresos y egresos es clave para las finanzas de un país y de las personas. Es por ello que decíamos que las medidas de estimulo en un país con finanzas sanas son excelentes. Pero en un país con unas finanzas maltrechas pueden generar una sensación de alivio temporal que puede empeorar a futuro.
Es así como la gente que se endeuda para gastar en el día a día termina por caer en una crisis y en el impago de sus tarjetas de crédito. Toda forma de endeudamiento en el presente conlleva sacrificios futuros.
Algunos países en aras de la popularidad de sus políticos lo que hacen es posponer el sacrificio hasta que sus economías colapsan.
El balance entre los ingresos y los egresos para las finanzas en tiempos de coronavirus son claves. En tanto los ingresos sean mayores que los egresos estaremos bien.
Lo más importante es que nuestros gastos deben estar en proporción de nuestros ingresos. En la medida en que nuestros ingresos sean mayores o menores, de la misma manera se deben ajustar los gastos. Es así como ante cualquier desbalance debemos buscar cortar gastos o aumentar nuestros ingresos. Así tendremos unas finanzas en tiempos de coronavirus o en cualquier tiempo sanas.
Por ello debemos ser metódicos al gastar lo que nos ingresa, priorizando y registrando los gastos. Las finanzas en tiempos de coronavirus deben ser más rigurosas que en otros momentos.
Pero sabemos que en cualquier momento las cosas pueden cambiar, sobre todo si hay despidos en la economía. Y en este punto hay algo que cobra mucha importancia y de lo que hablaremos a continuación, el valor del ahorro.
El ahorro es nuestro “fondo para emergencias y para gastos extraordinarios”. Si sabemos que una pandemia o el coronavirus pueden producir una emergencia entonces estamos claros de su importancia. Sin embargo hay dos elementos que debemos considerar:
El ahorro es un gran aliado de las finanzas en tiempos de coronavirus. Ello nos puede servir para atender tratamiento médico o cubrir gastos en caso de despido. O mejor aún darnos oportunidad de comprar las cosas que queremos a mejor precio. Incluso el ahorro lo podemos convertir en inversión y nuevos ingresos.
Podemos seguir muchos consejos para manejar nuestras finanzas enfrentar la pandemia de coronavirus, pero el primero es ahorrar.
Las variables clave para nuestra economía son los ingresos, los egresos, el ahorro y el endeudamiento.
Los ingresos y egresos representan nuestro flujo de entrada o salida. Alli debemos cuidar el balance para que nuestros ingresos siempre superen nuestros egresos.
El ahorro es nuestro fondo de previsión y prevención. Nos permite realizar gastos grandes que no podríamos realizar con nuestro ingreso corriente o atender situaciones imprevistas. El ahorro es especialmente importante para las situaciones de crisis. Otra de las claves del ahorro es que sólo puede existir si nuestros ingresos y egresos están balanceados.
Por último las deudas son gastos ejecutados que pagamos en el futuro. Es ingreso regular comprometido. En este aspecto la clave es que el compromiso valga la pena. Si nos endeudamos para tener una vivienda lo tenemos claro… Pero ¿Tenemos claro que endeudarnos para tomarnos un café no vale la pena? De este tema hablaremos en el siguiente bloque.
Si somos capaces de equilibrar todas estas variables seremos capaces de afrontar cualquier crisis. Gracias a ello nuestras finanzas en tiempos de coronavirus serán brillantes.
Los países más estables saben que la clave de una economía sana es mantener el endeudamiento al mínimo. El apalancamiento financiero sólo debe estar orientado a picos de gastos puntuales. No es recomendable el endeudamiento para sostener el gasto corriente. Es mejor cortar gastos y ajustarse el cinturón. Más aún nuestras finanzas en tiempos de coronavirus deben ser estrictas.
Endeudarse para comprar una casa, un vehículo o hacer una inversión es una deuda comprensible. Endeudarse para comprar comida, pagar los servicios públicos o cualquier gasto corriente es posponer el problema.
Es por ello que para momentos de crisis reajustar los presupuestos y cambiar los hábitos de consumo son las claves.
Por ejemplo si habituamos comer carne todos los días de la semana podemos cambiar nuestra costumbre. Unos días la carne por proteínas vegetales y otros huevo. De esta manera podemos disminuir los gastos en alimentación a la vez que logramos unos hábitos alimenticios más sanos.
Y estos hábitos más sanos también nos pueden ayudar a afrontar la enfermedad. Por ello las finanzas en tiempos de coronavirus pueden ser una oportunidad para replantearnos nuestros hábitos. Y es que los momentos de crisis son momentos para reinventarnos y hacernos conscientes de nuestra forma de vida. Hacernos la pregunta de ¿Podemos vivir mejor? La respuesta es sí, sólo tenemos que proponernoslo
También podemos ver si podemos estirar el uso de ropa y otros objetos que tienen vida útil. Es el caso de los equipos electrónicos como computadoras o celulares. Normalmente las personas estilan cambiarlos con regularidad para mantenerse “actualizados”. La recomendación es alargar la vida útil de estos objetos con lo cual mejoraremos nuestro presupuesto y le haremos un bien al ambiente.
Otros gastos que podemos disminuir son los llamados “gastos hormiga”. Estos son gastos pequeños que parecieran no afectar el presupuesto global. Lo cierto es que en casos de crisis cualquier gasto es significativo.
Un par de cafés menos en la calle hoy puede representar los alimentos de todo un día mañana. Y es que la comida en la calle resulta siempre mucho más costosa y además no conocemos los ingredientes que usan, por tanto puede ser menos sana. Para evitar el impacto en nuestros hábitos y nuestras emociones podemos optar llevar un termo de café de nuestras casas.
Esto además de ser positivo para nuestras finanzas en tiempos de coronavirus es bueno para la prevención. Pues llevando nuestro café desde casa evitamos el contacto y las aglomeraciones en los locales de venta de café. Parece una tontería pero si el contagio requiere una cercanía de unos 5 minutos, llevar de nuestro café desde casa puede hacer la diferencia.
Además los café son algo que es difícil de contabilizar porque los subestimamos. Si calculamos cuanto nos cuestan todos los café, chucherías y snacks de un mes notaríamos que no es menor el gasto. Una sugerencia es realizar estos gastos con efectivo. Se ha demostrado que el efectivo nos hace más conscientes de los gastos que realizamos. Es así como con el uso del efectivo nos “dolerán un poco más” esos gastos superfluos.
De esta manera aquellos gastos superfluos deben ser contabilizados con exactitud y además deben ser minimizados. Por el contrario podemos usarlos como estímulo cuando hagamos algo importante. Con gastos como ellos podemos recompensarnos cuando entregamos nuestro trabajo a tiempo u obtenemos una buena calificación.
Los gastos hormiga son los más corrientes y superfluos de los gastos, no nos endeudemos con ellos.
Sin duda podemos ver que endeudarnos puede ser la clave para ponernos en dificultades en tiempos de crisis, de acuerdo a Gustavo Mirabal. También descubrimos que al equilibrar nuestro presupuesto podemos hacer cambios en nuestra vida que sean positivos, más allá de nuestras finanzas.
Próximamente evaluaremos los escenarios que se plantean con el surgimiento de la vacuna. Quizás nuestros ahorros puedan convertirse en la oportunidad para salir fortalecidos de la pandemia. ¿Y cómo lograremos esto? Pues convirtiendo los gastos que hemos suprimido en inversión justo cuando la economía comenzará a recuperarse. Síguenos y pronto sabrás como.
https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2018/06/pdf/bloom.pdf
https://www.consumerfinance.gov/about-us/blog/proteja-sus-finanzas-del-impacto-del-coronavirus/
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