El caballo de Lorca

Federico García Lorca

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El caballo de Lorca

Han sido muchos los autores que han dado protagonismo al caballo en su obra. Como hemos visto a lo largo de numerosos artículos, pintores, escultores entre otros, han puesto el caballo en la primera fila de su obra. Hoy hablaremos de un gran escritor quien ha colocado en un importante lugar de su obra al caballo como símbolo. Hoy hablaremos de Federico García Lorca y el caballo en su obra.

Muchos escritores han dado un lugar preeminente al caballo entre sus prosas, versos, metáforas y grandes historias. Por poner un ejemplo, Eloy Cebrian (o mejor conocido como Eloy M. Cebrian) ha escrito al menos 4 libros sobre las memorias de Alejandro Magno pero desde la perspectiva de Bucéfalo, su caballo. Así tenemos al periodista Hans-Heinrich Isenbart quien se convirtió en comentarista deportivo pero también el autor del Gran Libro del Caballo. De Isenbart hablamos en el pasado y de Eloy Cebrian hablaremos en próximas publicaciones. Pero hoy hablaremos del preeminente lugar del caballo en la simbología con la cual Federico García Lorca ha dotado su obra.

¿Quién es Federico García Lorca?

Federico García Lorca es uno de los más importantes dramaturgos españoles del siglo XX. Así mismo su carácter de poeta lo ha destacado siendo uno de los poetas españoles más leídos en la actualidad. También se dedicó a la prosa con entusiasmo, al dibujo y a la música. Un artista integral en toda la letra.

Federico García Lorca nace en el seno de una familia acomodada sin mayores pretensiones. Perteneciente a la Generación del 27 dentro de la corriente neopopularista. Una generación de artistas que se dio a conocer en una movida cultural alrededor del homenaje a Luis Góngora realizado en el año 1927.

La mezcla de lo culto y lo popular en su obra lo acerca a la gente sin distanciarlo de las corrientes literarias de mayor vanguardia.

Federico García Lorca y su juventud

Nacido el 5 de junio de 1898 en Granada bajo el nombre de Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca. Su gusto por la literatura fue estimulado por su madre Vicenta Lorca Romero quien se desempeñaba como maestra. Estos primeros estímulos fueron determinantes para sus inclinaciones artísticas. A pesar de ello, Lorca se inclinó en su juventud más por la música que por la literatura gracias por su gusto por el piano.

En su juventud estudió música con Manuel de Falla quien al prever el talento literario de Federico decidió estimularlo. Sus diferencias personales en cuanto a estilo también fueron determinantes para que Lorca poco a poco definiera su propuesta artística lejos de los estrictos límites impuestos por el estilo musical de su maestro y se inclinara por la libertad tradicional de la poesía y del teatro que siempre han estado más cerca del simbolismo y de los mensajes ocultos.

Dentro de su obra la vida y la muerte van de la mano… Su necesidad de dualidad está presente en sus símbolos y en su obra. Muerte y vida siempre están asociadas al mismo símbolo según el contexto y su “movimiento”. Sexualidad, vida y muerte forman la sagrada tríada de Lorca en lo que respecta a símbolos de la experiencia humana y su dramatismo.

Simbología en la obra de Federico García Lorca

Lorca usa consistentemente símbolos en su poesía, algo muy común. Si bien estos símbolos tienen una interpretación dominante, el contexto y el tono hacen que esos símbolos representen incluso su opuesto, dentro del entendido que ambos son una representación que van inseparablemente unidas. Algunos de los símbolos más recurrentes en la obra de Lorca son:

El símbolo de la luna: Es el símbolo más extendido dentro de la obra del poeta. Su significado más recurrente es el símbolo de la muerte, pero también muy asociado al símbolo de la fecundidad, el erotismo, la esterilidad o la belleza. El ciclo de 28 días, tanto de la luna como de la menstruación son elementos indisolubles que generan esa asociación. Sangre, muerte, vida, fecundidad y erotismo en el entendido de que la luna como inductor de aquellas conductas “a la sombra”. La luna como hipnosis y provocadora… Luz en la sombra para cometer el pecado.
Agua: En la obra de Lorca el agua fluyendo se convierte en símbolo de vida y vitalidad. Es la manera que la vida se extiende. Cuando el agua se encuentra estancada y sin movimiento el agua representa la muerte. Es que el símbolo no es puramente el elemento sino su contexto.
La sangre: representante de la vida así como la luna, y cuando es derramada, es el principal símbolo de la muerte. Así mismo la sangre puede simbolizar en la mujer lo fecundo, lo sexual. Es fundamental como vemos que el símbolo no puede distinguirse claramente sin su contexto.

Continuación de los símbolos

El toro: García Lorca como aficionado a los toros describió su relación con ellos de la siguiente manera: «Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo. Es el drama puro en el cual el español derrama sus mejores lágrimas y su bilis. Es el único sitio a donde se va con la seguridad de ver la muerte rodeada de la más deslumbradora belleza (…)». Si bien en la actualidad esta visión de la actividad taurina despertaría repulsión, debemos recordar que Lorca se desenvolvió en un entorno lleno de drama donde la fuerza bruta es la única reconocida como la verdadera fuerza.
Hierbas: su valor fundamental como símbolo es el de la muerte sin embargo como en los otros casos, esta interpretación varía según el contexto.
Los metales: metales y los destellos de ellos a la luz de la luna aparecen se conforman bajo la entidad de armas blancas, asociados de manera univoca a la tragedia y la muerte.
El caballo y el jinete: son uno de los símbolos recurrentes en la obra de Lorca, jugando con la tríada simbólica de Lorca. Estos llevan consigo el significado de la muerte pero así mismo y por su indivisible trinidad se asocian a la vitalidad (vida) y sexualidad (fundamentalmente al erotismo masculino)

El caballo en la obra de Federico García Lorca

Es a este último símbolo, el caballo, al cual dedicaremos unas cuantas líneas adicionales para profundizar en la percepción del caballo en la obra de Federico García Lorca

Por una vereda venía Don Pedro.

¡Ay, cómo lloraba

el caballero!/Montaba en un ágil

caballo sin freno.

Venía en la busca

del pan y del beso

todas las ventanas

preguntan al viento

por el llanto oscuro

del caballero.

Por el camino llano

dos mujeres y un viejo

con velones de plata

van al cementerio.

Entre los azafranes

han encontrado muerto

al sombrío caballo

de Don Pedro.

Federico García Lorca

El caballo en la obra de García Lorca representa aquella fuerza que se abre paso a pesar de y que se hace escuchar… Que hace temblar y que es vida, es fuerza y si se le trata de contener también es muerte en lo que se convierte.

En la Casa de Bernarda Alba, el caballo es la mejor expresión de pasión refrenada que patea hasta que se libera a través del escape o la muerte… La vida tiene que conseguir salidas y el caballo expresa la fuerza imponente de la vida.

El origen del Caballo en la obra de Lorca

Así mismo Federico García Lorca encuentra en el caballo un elemento cercano gracias a su vida del campo en sus primeros años de vida. Un símbolo común con el cual cualquier español común podía sentirse identificado. Aquella fuerza del neopopularismo surgiendo en lo natural pero escondiendo bajo sus alas los símbolos de aquellas pasiones que tenía que refrenar.

El caballo como símbolo perfecto de aquello que no puede ser domado ni contenido por demasiado tiempo… Aquello que se abre paso desde la vida hacia el escape o la muerte y la muerte en la obra de Lorca porque en una sociedad tradicional salirse de la norma era la muerte social o mejor aún la muerte ante la imposibilidad de encajar.

El caballo de Lorca no era más que la necesidad de expresar su arte y su orientación sexual en una sociedad reprimida y tradicionalista que lo asfixió y que al final lo fusiló a través del franquismo… Vida que conduce al escape o la muerte… El caballo de Lorca es la vida de Lorca