Sforza, El caballo de Leonardo Da Vinci
Leonardo Da Vinci es uno de los artistas más famosos y prolíficos de la historia. Su obra “La Mona Lisa” es uno de los cuadros más reconocibles por grandes y chicos. Tanto es así que su nombre ha sido usado en obras literarias como “El Código Da Vinci”. Pero como nos gusta hablar del arte ecuestre no podemos dejar de hablar de Sforza, el caballo de Leonardo Da Vinci, un proyecto que estaba listo para concretarse, ¿Pero sabes lo que sucedió? Pues quédate con nosotros y te lo contaremos.
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Sin duda alguna, Leonardo Da Vinci es un impresionante artista con dotes de inventor e ingeniero. Sus dotes le hicieron participe de los proyectos más grandiosos del renacimiento. Sin embargo, muchos de sus proyectos se quedaron en ideas.
Da Vinci tenía una cualidad propia de los hombres curiosos, se cansaba de dar demasiada atención a sus proyectos y terminaba pasando a otro. También muchos de sus proyectos no eran realmente realizables en su época. Pero sus bocetos fueron la base de algunos inventos posteriores, como el carro de combate o el helicóptero.
Algunos de sus ideas también ayudaron a dar vida al carro o al submarino.
El proyecto del Sforza, el caballo de Leonardo Da Vinci, fue la culminación de su trabajo para el mecenas Ludovico Sforza. Este encargo representó la solicitud de una gigantesca estatua ecuestre en honor al padre de Ludovico Sforza, Francisco I Sforza.
Lorenzo de Medici, famoso mecenas de la época, identificando el talento de Leonardo Da Vinci, se lo recomienda a Ludovico Sforza. El Duque de Milan, Ludovico Sforza, lo incorpora a Leonardo a la corte de Milan. Le encomienda una serie de tareas con carácter de Ingeniero, sin dejar de lado las distintas habilidades de Leonardo. Su otra actividad en la corte de Milán estaría asociada a la pintura.
Entre sus tareas como ingeniero estuvo la elaboración de complejas tramoyas y decoraciones para celebraciones. Leonardo Da Vinci se encargó de esta actividad para la boda de Ludovico Sforza y Beatriz de Este. Demostrando su capacidad le fue encargada tal tarea para la boda de Ana Sforza y Alfonso I de Este. Teniendo en cuenta ello le fue encomendada la tarea de la estatua ecuestre en honor al padre de Ludovico.
Su falta de constancia en los trabajos y su capacidad para distraerse entre tantos proyectos hizo que esta estatua también fuera encomendada a otros artistas florentinos. Pero si algo amaba Leonardo Da Vinci eran los retos. Es así como vio la luz una escultura de arcilla que serviría para realizar el molde del Sforza, el caballo de Leonardo Da Vinci.
Una escultura tan monumental que el poeta de la corte Baldassare Tacone dijo de ella:
“Miro su enorme belleza sobrecogido, mayor que nada antes visto, ni siquiera en las antiguas Grecia y Roma, y ha sido creada por Leonardo da Vinci”.
Uno de los elementos que hizo que se dudara de la realización de tal obra fue que Da Vinci tardó 10 años en darle forma a la escultura de arcilla. En el año 1482 fue el año en que Ludovico Sforza realizó el encargo a un Leonardo que ya se había probado con numerosos retos. Claro estamos hablando de una escultura de 7 metros de altura. Realmente una proeza artístico-estructural.
Pero ya para mayo de 1489 el embajador de Florencia enviaba una carta a Lorenzo de Medici para que encomendara otra escultura a sus artistas, dada la demora de Leonardo Da Vinci.
La idea original de Leonardo era realizar una escultura ecuestre que representara al caballo encabritado. Pero lo cierto es que con el tamaño inmenso que se proponía, parar al caballo en dos patas era irrealizable. Es por ello por lo que Leonardo Da Vinci desistió y colocó al caballo en posición de trote.
Y fue en mayo de 1491 cuando Leonardo presenta el molde de arcilla que serviría para realizar el molde con el cual se realizaría la fundición de bronce.
Sin embargo, la proeza artístico estructural de Leonardo Da Vinci no se terminó de concretar completamente. La escultura necesitaba para su fundición setenta toneladas de bronce. De esta manera al realizarse fundida esta escultura no tendría juntas de ningún tipo.
Pero en aquellos años Luis XII de Francia decidió reclamar sus derechos sobre Milán. Ludovico Sforza se vio obligado a usar el bronce para fundir munición y cañones.
El Sforza, el caballo de Leonardo Da Vinci fue destruido por los soldados franceses que lo usaban como blanco de tiro. De estos hechos quedó constancia por los testimonios de la época que dieron cuenta de la barbarie.
Hoy día se conservan los bocetos de la magnifica obra de Leonardo Da Vinci, que sería una de las obras más magnificas de la historia. Numerosos bocetos, cuadernos y estudios sobre el Sforza, el caballo de Leonardo Da Vinci se conservan. Esto hizo que se realizaran proyectos de réplica de lo que sería la obra, pero eso será tema para otro día.
Leonardo Da Vinci no sólo era un gran artista, también era conocido por ser un científico, inventor e investigador prolífico. Muchos de sus proyectos se quedaron en proyecto y otros no fueron utilizados. Sin embargo, sus aportes científicos tuvieron impacto en disciplinas tan dispares como la ingeniería civil, la anatomía, la hidrodinámica o la óptica.
Así como se dedicaba a estudiar cada cosa con meticulosidad, así realizaba estudios profundos para sus obras de arte. Esto le permitía imprimir a sus obras una profundidad inusitada que impactaba y emocionaba a sus espectadores.
En este aspecto podemos mencionar su proyecto de cuadro de “La Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan Bautista”. Al dibujo realizado como antecedente al cuadro en si mismo se le conoce como “Cartón de Burlington House”. Con sus enormes dimensiones de 104 cm de ancho y 141 cm de alto, se dice que niños y ancianos por igual iban a contemplarlo por su magnificencia. El cuadro como tantas obras de Leonardo Da Vinci nunca fue completada.
Se considera que Leonardo Da Vinci realizó aportes en las siguientes disciplinas:
Por ejemplo, la ciudad de Venecia le contrató para elaborar sistemas defensivos en caso de un ataque turco por mar. Gracias a ello, Da Vinci concibió una escafandra submarina que serviría para ataques sigilosos. Dado que nunca hubo ataques de dicha clase, el invento nunca fue probado. Sin embargo, sus bocetos e ideas posteriormente dieron vida al submarino.
Sin duda una historia de constancia y grandeza que terminó en un proyecto fallido. Pero igualmente Leonardo Da Vinci dejó su huella en la historia gracias a sus bocetos y las impresiones que dejó el molde de arcilla. A veces la grandeza deja sólo una estela… Ese es el Sforza, el Caballo de Leonardo Da Vinci.
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