Estimula a tu caballo
Este animal al igual que cualquier otro cercano al hombre requiere cuidados especiales…
Y uno de ellos es la motivación, el ser estimulado.
Estimula a tu caballo y verás cuán feliz será.
Al igual que una persona necesita ese fortalecimiento emocional los caballos también.
Por ello este artículo lo vamos a dedicar a: lo que puedes hacer para estimular a tu equino.
El caballo es un animal con las emociones a flor de piel. Puede ser muy nervioso o seguro de sí mismo.
Sus reacciones dependerán de la forma en como sea tratado.
Los caballos son animales estupendos, nobles, amigables, carismáticos, pero si los maltratan probablemente reaccionen de otra forma.
Es por ello que la estimulación es un factor clave en el proceso de crianza equina.
Domesticarlos no es un proceso fácil porque por naturaleza ellos quieren ser libres que nadie los controle… Pero, una vez que lo logran es asombroso.
La relación entre el caballo y el ser humano puede ser muy gratificante si se construye con todo lo que ello implica.
Es decir, confianza, calidez, respeto.
Estos son los elementos fundamentales para que un equino se sienta en total comodidad con su dueño, entrenador, jockey, etc.
Si el animal duda de algo, responderá a modo de protegerse…
Y, en ese caso ¿es culpable? No. Él sólo está respondiendo a su estímulo.
Así que estimula a tu caballo de la forma correcta para que no sienta miedo, rechazo, desconfianza.
Estos animales tienen en común con el ser humano que al no ser estimulados reaccionan de acuerdo a sus emociones.
Y esas emociones pueden hacer que de un estado de calma el caballo se vuelva rebelde, desobediente, amargado, triste o deprima.
De hecho, se puede convertir en un verdadero problema físico en el animal, ya que al somatizar las cosas su salud podría verse afectada.
Si hay algo que se debe tener claro es que ninguna otra persona, por mucho que sepa de razas equinas, conoce mejor que usted a su caballo.
Es usted quien lo ve día a día en la cuadra y ha aprendido con el tiempo a saber qué le gusta y qué no.
El secreto está en conocerlo.
Un buen dueño, entrenador y jockey sabe qué come su caballo, qué hace, cuánto tiempo es entrenado, qué le gusta y qué no.
Hay caballos que aman las manzanas y las zanahorias, quizá el suyo prefiera una en especial o tal vez las dos… Eso lo sabrá a medida que lo conozca.
Estimula al caballo con lo que más le gusta.
Actualmente hay hasta psicólogos que se dedican a hacer que el caballo supere sus traumas.
Lo cual es realmente asombroso e inimaginable en otros tiempos.
Los psicólogos eran sólo para los humanos.
Ciertamente el animal no abrirá su boca y le contará al psicólogo cuál es su problema, pero sí le comunicará de manera corporal sus síntomas.
Este podrá comprenderlo haciendo una evaluación de su lenguaje corporal y emitirá su diagnóstico.
Allí es cuando la medicina y la psicología hacen su trabajo acompañado del amor, el respeto y la paciencia.
En la era que vivimos hay de todo un poco y así como hay psicólogos que estudian a los caballos también están los que les ayudan a educar las emociones.
Y es que la inteligencia emocional ha venido ganando terreno en los últimos tiempos.
Pero, ¿qué es eso de inteligencia emocional?
Es la forma en la que se abordan los problemas, entendiendo que las emociones influyen en las personas o animales más de lo que estos piensan.
Generalmente no se dan cuenta de que están afectados por ellas más de la cuenta y sus reacciones las filtran por allí.
Es como cuando una persona está herida y todo lo ve a través de su dolor… Asimismo ocurre en este caso con las emociones.
Los caballos son animales muy perceptibles, sensibles y capaces de descubrir las intenciones de quienes están a su alrededor.
Eso hace que de alguna manera sean vulnerables al entorno en que se encuentren.
Es decir, si se sienten amenazados querrán escapar y hallar un lugar mejor. Más calmado.
Pero, si en vez de eso se sienten “aprisionados”, menospreciados o heridos emocionalmente buscarán escapar.
Y quién dijo que un escape sin hacer destrozos es imposible…
En un arranque desespero el animal puede buscar una salida rápida y hacerse daño, así como herir a quien esté cerca o generar un desastre en el establo.
Recordemos que el caballo es por naturaleza animal presa de depredadores y siempre mantienen activo ese sentimiento o más bien estado de alerta.
Ese que cuando no sienten paz se activa y les hace desesperar.
No se trata de juzgar al animal o sentenciarlo de acuerdo a su naturaleza…
Se trata de comprenderlo, entenderlo, después de todo la confianza toma su tiempo.
Y hay que ser cautelosos con la forma en como se le habla a este animal. El caballo tiene buena memoria.
Estudios científicos han demostrado que los caballos reconocen el estado de ánimo de los humanos, saben cuándo están alegres o tristes.
Incluso perciben con qué intenciones se les acercan. De acuerdo con esto van a emitir una respuesta.
Es por ello que la actitud ante estos debe ser de calma, respeto, confianza.
Si se quiere criar un caballo para el deporte se tiene que tomar en cuenta que hay una rutina de entrenamiento, una dieta en especial y una comunicación que desarrollar con el animal.
Al fin y al cabo, ¿por qué tiene que obedecer a un sujeto que apenas está conociendo?
Ahí está el meollo del asunto.
El hombre tiene que aprender que estos animales tienen su tiempo, siempre están dispuestos a aprender y eso es genial pero no hay que forzarlos.
Cada caballo tiene su método, sus mañas, las formas en las que potenciará su capacidad de aprendizaje.
Aquí es donde entra la fase: estimula a tu caballo.
Si logras descubrir qué le gusta, de qué forma es más receptivo a las órdenes que se le dan y cómo se siente animado entonces los resultados serán grandiosos.
Una de las formas en las que se puede lograr estimular a un caballos es dándole premios.
Sí, premiando su disposición a cumplir con el entrenamiento diario.
Así como cuando ha concluido la jornada y su respuesta es favorable a todo lo que se le pidió.
En este sentido hay varias formar se premiar al equino. Una de ellas es dándole manzana, zanahorias, avena…
Así como colocándose el traje de chef o repostero y preparándole al caballo algo delicioso, que éste pueda comer, y de esa forma el animal sabrá que está haciendo las cosas bien.
A los caballos les gustan los dulces. Por lo que unas galletas de avena suelen ser muy agradables a su paladar.
Entre tanto, también se les puede suministrar una tarta de manzana, una ensalada de fruta, o bolitas de zanahoria hechas al horno.
Incluso cubos pequeños de azúcar hacen que el caballo se sienta motivado y alegre.
A continuación les compartimos un artículo reciente en el cual les contamos algunas recetas para premiar a nuestros caballos.
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