Victoreado el caballo de hierro
Victoreado es el primer triunfador del Clásico del Caribe, un campeón por siempre.
Muy amado en Venezuela y digno representante de la hípica en ese país.
Nacido el 22 de febrero de 1963 este ejemplar viene de una generación de campeones.
Su padre es nada más y nada menos que el gran Vivani, un estupendo corredor argentino.
Este a su vez es hijo de The Yuvaraj en Villana, hermano paterno del glorioso El Tamao.
En la línea generacional de este equino se encuentran otros ejemplares muy importantes como Don Polo, Kassar, Cardinal, Vélika,Socopó, Marrey, Oropel, Cuyuní Jr, y Poligas.
Con un patrón generacional de esa magnitud no se podía esperar menos de este caballo. Hoy día orgullo venezolano.
Victoreado corre para el reconocido Stud Raga, que era propiedad de Ramón Chiarelli Gómez, Gabriel Angarita y Pedro Juliac.
El animal fue colocado en la cuadra ocho del gran entrenador criollo,Domingo Noguera Mora (Mérida).
En 1965, cuando ya tenía dos años, debuta este caballo criollo.
Su primera carrera fue de 600 metros llevando sobre su lomo al jinete Balsamino Moreira. Victoreado llega en el quinto lugar detrás de Haiwatha.
Posteriormente corre seis veces más en ese periodo como caballo dosañero.
A pesar de ello el caballo se repone y empieza a dar buenos resultados, es decir, sus actuaciones van mejorando carrera a carrera y la gente se empieza a fijar en él.
Tan así que su primer triunfo llegó en octubre de 1965. Su campaña comenzó el 23 de mayo, de ese mismo año. Es decir que su primera victoria es a los cinco meses.
Esa competencia la gana con facilidad y es como si el caballo sintiera que había nacido para correr con toda su fuerza dando lo mejor de sí en cada evento.
De ahí en adelante se comienza a escribir la historia de este campeón que llegó a ser llamado: El caballo de hierro.
En un compromiso después de su gran victoria sobre El Coqui, con un cuerpo de ventaja, es tercero por cuatro cuerpos de Marrey en el Clásico Antonio José de Sucre.
La próxima justa en la que Victoreado compite es el Clásico Comparación.
A inicios de 1966, ya con tres años de edad la carrera deportiva de este ejemplar toma su rumbo.
Comenzando su temporada como tresañero se encuentra con que su hermana Vélika es la líder de su generación durante el Clásico Francisco de Miranda.
Ese liderato lo asume también en otras carreras muy selectivas.
Mientras tanto Victoreado vuelve a las corridas el 12 de enero de 1966. El potro arranca cuarto detrás de Oeste, sin embargo el repunte es evidente y el caballo va subiendo de posición.
De esta manera gana una semana después en su siguiente competencia.
La ventaja que saca el caballo con orígenes argentinos es de ¡12 cuerpos! sobre Don Polo en 1700 metros.
El crono que establece en la pista es de 108″2. Para ese entonces Victoreado se luce con la monta de Félix García.
Con este resultado se afirma que Victoreado no era un caballo destinado a las distancias cortas, sino todo un millero tirando a semifondista.
Las carreras siguientes fueron como una montaña rusa, unas arriba y otras abajo. Para febrero pierde con Pámpano por una cabeza sobre un tramo de 1.400 metros.
Luego de esto, ese mismo mes, pareciera que tuviera turbo… Puesto que completó seis victorias de un solo tirón.
Incluida una en la cual parecía ser un cruce entre jet y ferrocarril, el 26 de marzo, reseña el portal de Anécdotas Hípicas Venezolanas.
Aún, hasta la fecha, se recuerda con mucho fervor ese día puesto que el paso de Victoreado por la recta final fue completamente solo y al galope.
En esa justa el caballo criado en Venezuela ganó por mas de ¡21 cuerpos! sobre Pepe Brown.
Hazaña que constituye un recuerdo memorable y maravilloso para la hípica de Venezuela.
También se incluye en esas memorias gloriosas del deporte ecuestre venezolano el triunfo de Victoreado en la Copa Charles Röhl que se escenificó el 5 de marzo de 1966.
Cita en la que el caballo estableció un tiempo de 115″4 para los nueve furlones con la monta del criollo Gustavo Ávila.
En esta ocasión derrota a Yapajú, al que dejó ¡10 cuerpos! detrás suyo.
Curiosamente Victoreado y su hermana Vélika solían coincidir en algunas pistas.
De esta manera podía verse a uno ganando y el otro perdiendo.
De esta manera ambos clasifican y tienen la oportunidad de representar a Venezuela en la Isla del Cordero, Puerto Rico.
Una vez en suelo boricua el entrenador y el jinete Noguera Mora y Gustavo Ávila, respectivamente, salieron a revisar la pista.
Era necesario hacer un reconocimiento del terreno ya que Victoreado venía un poco delicado de sus patas y tras un galope de prueba deciden aprobar que compita.
Para el 26 de junio de 1966 se realiza la justa en el Hipódromo El Comandante, en Río Piedras.
Dicho escenario estaba totalmente repleto de personas, se calcula que aproximadamente unas 20,000 personas estaban allí presente.
La ansiedad estaba apoderada del sitio y de las diferentes delegaciones que asistieron.
Esta era la primera vez que se enfrentaban las naciones caribeñas en el deporte a caballo.
Aquel glorioso día para el deporte venezolano tiene un nombre: Victoreado.
Este caballo que llega a la Isla con sus patas adoloridas tenía todas las de ganar y perder a la vez, ya que si algo le pasada antes de la carrera o en la carrera podía perder.
Aquella justaba estaba conformada por representantes equinos de Colombia, Puerto Rico, Panamá, República Dominicana y Venezuela.
Rebelde y Pomar eran los encargados por el país anfitrión; le seguían Pancho Villa y Santa Catalina por los neogranadinos; posteriormente Bibi y Tojo vestían los colores panameños.
Mienrtas que Sotico fue por los dominicanos y Victoreado junto a Velika por Venezuela.
El Rebelde (PR) y la venezolana Vélika fueron los grandes favoritos.
Con nueve participantes en la pista salieron todos al unísono tras sonar la señal.
La gente estaba muy emocionada en las tribunas. Gritabal, saltaban, la euforia había comenzado.
Bibi, de Panamá, toma la delantera junto con El Rebelde. Por su parte, Vélika se coloca cuarta y Victoreado cerraba el pelotón equino.
Tras mil metros corridos El Rebelde hace retroceder a Bibi. Con este movimiento Vélika pasa al segundo puesto y Victoreado comienza a escalar puestos.
Cuando faltaban 400 metros las posiciones del primero y segundo no habían variado, mientras que Victoreado ya se hacía del tercero, pasando luego a su hermana y lanzándose en pos de El Rebelde, que se resistía.
Cerca de la recta final Victoreado corre a todo pulmón y logra presionar al caballo conducido por el gran Ángel Cordero Jr. de tal modo que se adueña del primer lugar.
Y por medio cuerpo gana la carrera.
Su hermana Vélika llega en tercer lugar. El país anfitrión queda de segundo.
El primer Clásico del Caribe y Venezuela es el primer país en ganarlo gracias a la pasión con la que corrieron Victoreado y el jinete Gustavo Ávila.
La emoción fue tal que hasta el mismo narrador de la carrera, Aly Khan, dijo: “Y ganóoooooooo Victoreado con lo que le quedaba de pulmón”.
Victoreado estableció un registro de 116″1 para los 1800 metros.
El evento además contó con la participación de tres jockeys de talla internacional que habían ganado el Kentucky Derby al menos una vez,
Se trata del panameño Laffit Pincay Jr, el boricua Angel Cordero Jr y el venezolano Gustavo Ávila.
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