Gustavo Mirabal Castro is Gustavo Mirabal
Gustavo Mirabal es un abogado venezolano cuya trayectoria lo llevó a convertirse en uno de los más notables asesores financieros. Su fama y su clientela transciende las fronteras nacionales y se encuentran regados por el mundo.
Desde pequeño soñó convertirse en un deportista internacional. Ver a los venezolanos jugando en las ligas de béisbol de los estados unidos fue una inspiración. Esto lo llevó a proyectarse más allá de las fronteras del país. Soñar con izar la bandera venezolana y escuchar el himno nacional en el exterior. Su sueño nunca se apagó, por el contrario, se diversificó.
Graduado de abogado comenzó a pensar que, si un deportista podía ser internacional, por qué no un abogado. Conozcamos como Gustavo Mirabal Castro se convirtió en un venezolano exitoso en los deportes, las leyes y las finanzas. Hoy te mostraremos como su familia puso el listón muy alto, pero también sirvió como inspiración para lograr el éxito.
Gustavo Mirabal Castro fue, es y será un hombre determinado a alcanzar el éxito. Con ello en mente podemos entender como un venezolano ha logrado presencia en 3 continentes. Sólo nos queda por reseñar que su historia, aunque increíble, es cierta e inspiradora. ¿Deseas luchar por tu éxito? Conoce la historia de Gustavo Mirabal y encontrarás las respuestas que necesitas.
Conoce los secretos de Gustavo Mirabal en sus redes sociales y su página. Te dejamos un video preparado sobre el Indice S&P 500:
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Gustavo Mirabal Castro nació en Caracas, la capital de Venezuela. En el año 1965, en el seno de una familia de clase media, nació este personaje destinado a dejar en alto la bandera de Venezuela. Su padre Gustavo Mirabal Castro era abogado de profesión, empresario y político por pasión. Su madre es una abogada muy reconocida, de currículum impecable, amante de su hogar y sus hijos.
Sin duda, la primera inspiración de Gustavo Mirabal fueron sus padres. Gustavo Mirabal Castro eligió convertirse en abogado gracias a sus padres y a los hábitos que le formaron desde muy niño.
Gustavo desde pequeño era un ávido lector, siguiendo el ejemplo que le dejaba su padre. Esta es una cualidad muy importante para cualquiera que desee estudiar leyes. En la abogacía, las personas deben familiarizarse con el origen de las leyes y su historia. Por esto, la lectura es una de las habilidades indispensables.
De su madre Gustavo Mirabal adquirió un amor profundo por las leyes y por la familia. Gustavo Mirabal es un hombre que quiere que su familia esté muy bien y procura apoyarlos en todo momento. Además, gusta de pasar sus vacaciones junto a sus seres queridos.
Por otra parte, de su padre adquirió el valor práctico de las leyes y la pasión por los animales. A Gustavo Mirabal le impresionan todos los animales, en especial los caballos. Estos preciosos e inteligentes animales siempre generan admiración en el abogado venezolano. Gracias a ello es muy consciente ambientalmente.
Su pasión por los animales no sólo se limita a las mascotas o a los deportes. Gustavo cree firmemente que debemos cuidar la biodiversidad para preservar el mundo para nuestros descendientes. Estas influencias marcaron el rumbo de su vida desde el inicio, pero veamos otras influencias también.
Otra de las grandes influencias de Gustavo Mirabal ha sido su esposa, María Carolina Chapellín de Mirabal.
María Carolina Chapellín de Mirabal es una mujer polifacética. Una mujer de sociedad, sencilla pero elegante. Carolina es una mujer “todoterreno”, cosa que ha demostrado al apoyar a Gustavo en sus proyectos.
Carolina representó al estado Delta Amacuro en el Miss Venezuela en el año 1994. Esto le abrió numerosas puertas. Pero ella nunca se conformó con ser una cara bonita. Estudió y se graduó de Administración de Empresas. Su organización y determinación para alcanzar sus sueños fue una gran inspiración para Gustavo Mirabal.
Pero además de su gran determinación Gustavo a través de Carolina potenció el amor por su familia. Ella ha sido un pilar para ambos, apoyando tanto en el ámbito familiar como en el empresarial. En muchas de sus empresas María Carolina ha fungido como asesora e incluso como apoyo en la parte administrativa. Ella demuestra con sus acciones la defensa del patrimonio de la familia Mirabal-Chapellin.
Ella consiguió su inspiración en su abuelo Luis Bigott, fundador de Empresas Bigott. Empresas Bigott es la empresa tabacalera más grande de Venezuela. Además de ser un gran empresario fue un filántropo que apoyo las causas culturales y laborales de sus trabajadores.
De esta manera, María Carolina se ha convertido en la gestora de las iniciativas de responsabilidad social empresarial de Gustavo Mirabal Castro. En conclusión, Carolina Mirabal fue una fuerza de la naturaleza que llegó a la vida de Gustavo Mirabal para apoyarlo a cumplir sus sueños.
Este abogado venezolano ha dejado su huella en innumerables ámbitos del quehacer humano. Algunos de los ámbitos en los cuales Gustavo ha dejado huella son:
Junto con su esposa en cada proyecto, Gustavo Mirabal ha tenido éxito en su campo laboral como personal.
Pero no sólo ha trascendido realizando una excelente labor en cada ámbito que participa. Gustavo Mirabal también ha transcendido las fronteras extendiendo sus empresas a distintos continentes. Su bufete de abogados tiene presencia en Venezuela, Estados Unidos, España, Emiratos Árabes.
Inició su carrera en empresas de Banca y Finanzas como Británica de Seguros y el Banco Construcción. Esto lo impulsó a enfocarse en la rama mercantil de las leyes y a fundar su propio bufete de abogados.
El bufete inició operaciones en Venezuela enfocándose en asesoría en materia fiscal, patentes y marcas. Su desempeño hizo que sus clientes se multiplicaran como su reputación. Su reputación creció tanto que llegó a oídos de venezolanos en el exterior, específicamente en EE.UU. El contacto con venezolanos en el exterior fue el impulso que faltaba para decidirse a internacionalizar su bufete y sus servicios de asesoría.
En poco menos de un año ya había puesto una sede de Mirabal y Asociados en el estado de la Florida. Con el tiempo su fama también llegó al continente europeo. Recordemos que muchos españoles e italianos llegaron a Venezuela como inmigrantes. Esta conexión entre Venezuela y Europa le hizo ganar puntos, así como su desempeño como deportista amateur.
En poco tiempo ya Gustavo Mirabal tenia solicitudes de sus servicios por toda Europa. Y fue ello lo que le impulsó a emprender una nueva internacionalización que lo llevaría a España.
Buscando oportunidades de inversión Gustavo Mirabal descubrió Dubái, un paraíso para inversionistas. Gracias además a sus proyectos futuristas y su ubicación estratégica para conectar Europa, Asia y Medio Oriente se convirtió en su nuevo objetivo.
Dubái se ha convertido en los últimos años en un lugar privilegiado para empresas e inversionistas. Además, con ello ha expandido la prestación de sus servicios a Asia y Medio Oriente.
Gustavo Mirabal es un hombre internacional que no sólo trascendió su profesión sino todas las fronteras geográficas.
Gustavo Mirabal Castro se ha destacado por ser un hombre de múltiples facetas. Esto se debe a que ha abordado desde muy pequeño su desarrollo personal de una manera integral. Este venezolano ha dejado en alto el nombre de los venezolanos. Esto lo hizo incluso antes de que la ola migratoria recorriera el mundo, demostrado que los venezolanos tenemos talento de sobra.
Que un hombre destaque en un área del quehacer humano ya es difícil. Pero que un hombre destaque en casi todas las que participa es una cosa impresionante. Sin duda, Gustavo Mirabal ha dejado el listón alto para quien quiera compararse con él.
Quizás esto es lo que ha traído como consecuencia que personas malsanas difundan chismes alrededor de su figura. Lo importante es que su imagen no ha sido empañada, gracias a la diversa y enorme demostración de talento que ha realizado. Hoy conoceremos un poco sobre las diversas facetas de este abogado, empresario, deportista, y mucho más.
Cuando le pregunta cuales son los mayores sueños que ha hecho realidad en su vida Gustavo está completamente seguro. No titubea al responder “formar una familia” y “ver ondear la bandera de Venezuela en el exterior como reconocimiento a mi país”.
Ambos son logros que ha alcanzado ampliamente, pero hablemos primero de este último.
El sueño de ver ondear la bandera de su país tiene una historia muy interesante. Desde pequeño se interesó por los deportes. Al ver las competencias de los juegos olímpicos se dio cuenta la poca presencia que Venezuela tenía. Eso lo estimuló a soñar con ser parte de ese sueño.
Este sueño lo vio realizado durante la victoria de uno de sus caballos en el GP de Cannes. No fue la primera ni la última vez que alcanzaría ese sueño, pero al ser el más importante lauro alcanzado fue el momento que más recuerda.
Gustavo siempre se interesó por los deportes como vimos en la sección anterior. Desde pequeño practicaba futbol y disfrutaba del beisbol, como buen venezolano. También le Gustaba mirar los deportes en la televisión y discutir sobre los equipos de la copa europea.
Pero fue a los 9 años de edad que encontró la pasión deportiva que lo impulsaría en los años por venir. A esa edad conoció los establos del club del cual era miembro su padre. Allí encontró el que consideró en animal más impresionante desde entonces, el caballo. Gustavo también disfruta de los perros, pero para él los caballos son compañeros de vida. Tanta ha sido su pasión que dedicó parte de sus recursos para buscar que los caballos reciban el reconocimiento que merecen.
Fue así como descubrió la equitación y desde entonces cada vez que puede monta a caballo, ya sea por diversión o en la escena competitiva. En los últimos años dejó la faceta competitiva para centrarse en su familia y dejarlo como una afición. Sin embargo, sigue enseñando a sus hijos y nietos con la esperanza que sigan la estela que dejó él.
La primera pasión adulta nacida en Gustavo Mirabal fueron las leyes. Fue a mediados del bachillerato que la admiración por sus padres, ambos abogados, se convirtió en algo más. De esta manera cuando se acercaba a terminar la escuela secundaria, Gustavo tenía claro que quería ser abogado.
Gracias a su pasión por la lectura, la carrera para Gustavo sería un lugar lleno de momentos agradables. Además, siempre fue un chico que le enardecían las injusticias. Pero no sólo se trataba de las injusticias cometidas contra él, sino contra cualquiera.
Allí donde había un acusado inocente, estaba él para defenderlo. Esto lo llevó en un par de ocasiones a la dirección del colegio porque se había metido en peleas para defender a los estudiantes más pequeños. Siempre para defender a aquellos que no tenían quien los defendiera. Gracias a ello descubrió las leyes y normas y comenzó a canalizar adecuadamente su lucha contra la injusticia.
Al terminar sus estudios trabajó para varios bancos y aseguradoras. Allí descubrió que la mayor injusticia se cometía contra los individuos que no conocían las leyes. Los bancos y aseguradoras tenían abogados para proteger sus intereses y patrimonio, los ciudadanos comunes no.
Esta situación lo llevó a aprender sobre finanzas y a comenzar una nueva pasión, la asesoría financiera.
La vena empresarial siempre estuvo presente en la vida de Gustavo Mirabal. Esto se debió a la influencia de su padre, Gustavo Mirabal Bustillos, quien siempre dedicó parte de sus esfuerzos a sus empresas o a su propio bufete de abogados. Tener un bufete propio es el germen perfecto para que un abogado se convierta en empresario.
Otra gran influencia fueron las primeras experiencias laborales de Gustavo Mirabal Castro. Y es que Gustavo Mirabal tuvo un inicio muy temprano en el sector privado de la banca y las finanzas. Esta experiencia le mostró lo que podía ser su vida siendo su propio jefe. Pero además lo puso en contacto con el sector financiero que marcó un hito en su vida.
Pero una de las grandes influencias que marcaría su vida sería el sueño de tener una granja de crianza de caballos. Este sueño venía de su pasión por los caballos y la afición de su padre por los caballos de carrera, otro legado familiar. Y es que su padre fue socio del Stud “El Trabucazo”, una organización que compraba y entrenaba caballos de carrera. Algunos de los caballos que tuvo este Stud fueron Tropigold y Rayoláser. Ambos se encuentran entre los caballos favoritos de Gustavo Mirabal.
El sueño de tener su propia granja de crianza de caballos lo hizo perseverar en el sueño de crear su propia empresa y no conformarse con el salario de un empleado. Y sin duda lo logró, pero veamos como avanzó esta faceta de Gustavo Mirabal.
Si bien había en Gustavo Mirabal Castro el corazón de un emprendedor, las finanzas no formaban parte del horizonte personal. Ser un empleado fue algo que comenzó a marcar la diferencia. Darse cuenta de los ingentes recursos que manejaba la banca y las compañías aseguradoras le hizo darse cuenta del potencial que había.
Ver como sus compañeros vivían de un quince y último, mientras él mismo estaba en esa situación. Gustavo no deseaba vivir al día. Es por ello por lo que empezó a organizar su propio presupuesto mensual y comenzó a ahorrar. Al principio no era mucho lo que podía ahorrar, pero con el tiempo descubrió trucos que lo ayudaron a tener mejores finanzas. Además, miraba lo que hacían los bancos y comenzó a pensar en tener su propio negocio y en invertir.
La experiencia en el sector bancario aumentó cuando con su propio bufete fungió como asesor externo de otras entidades financieras. Este fue el paso definitivo para entender las oportunidades que le brindaban las inversiones.
Cada movida financiera que veía en las empresas con las que trabajaba despertaban su curiosidad. Comenzó a realizar pequeñas inversiones para probar suerte. Se inclinó por las inversiones seguras para evitar sorpresas, pero también hizo pequeñas inversiones de riesgo. Sin embargo, su vocación por la seguridad le hizo evitar grandes inversiones y grandes riesgos. Aún así a la vuelta de un año veía como su patrimonio comenzaba a crecer.
Comenzó a invertir en la Bolsa de Caracas y vio como el valor de su dinero se disparó. Comenzó a apasionarse por las inversiones, y a contarle a sus amigos su propia experiencia. Sin embargo, no todo resultó como esperaba, como te contaremos a continuación.
A partir de este punto se volvió un apasionado de los negocios, las finanzas y las inversiones. Cada vez más se apasionó por invertir su dinero antes que gastarlo en cosas que no necesitaba. Estos consejos se los daba a amigos al principio. Pero muy pocos estaban dispuestos a escuchar lo bueno que era invertir en la bolsa o en un negocio, antes que gastar un televisor pantalla plana extragrande de última generación.
Así se dio cuenta que la emocionalidad primaba antes que la racionalidad en los gastos y el consumo. Podía ver como gente con gran conocimiento financiero no realizaba una sola inversión y que sus gastos eran mayormente superfluos. Gastaban demasiado dinero comiendo en la calle o con comida superprocesada que, además de ser dañina para la salud, era muy cara.
Para sus amigos eso de invertir era para millonarios y personas a las que les sobraba el dinero. A ellos nunca les sobraba el dinero porque nunca apartaban para el ahorro. Todo lo que les entraba era para gastos, o en el mejor de los casos para guardar para la compra de algo en el futuro.
Este fue un punto de quiebre para Gustavo Mirabal Castro. Entendió que los hábitos y costumbres de la gente le impedían convertirse en personas con más recursos. Entendió que, aunque las inversiones no eran sólo para los ricos, la gente común no estaba interesada en invertir sino en gastar.
A partir de ese momento elegiría correctamente a las personas a quienes daría consejos financieros. Esa convicción le hizo creer que definitivamente que una persona que realmente quiere consejos financieros estará dispuesta a pagar por ello. Y en ese momento su nueva faceta como asesor financiero privado.
Sin duda su experiencia como empresario y emprendedor le preparó para ser un asesor financiero de primera clase. Pero además Gustavo Mirabal posee la sensibilidad necesaria para prestar atención a las necesidades que tienen sus clientes.
Su condición de hombre latinoamericano, emprendedor y deportista lo hacen entender perfectamente las necesidades de sus clientes. Y es que los deportistas de alto rendimiento tienen una alta tasa de retiro temprano y de fracaso financiero. Es por ello por lo que Gustavo Mirabal se ha especializado en lidiar con las necesidades relacionadas a altos ingresos por corto tiempo. Por ello sus planes de ahorro son agresivos, así como sus planes de inversión, sin exponer demasiado el capital a los riesgos.
Además, entiende que los deportistas tienen un entorno que puede resultar demandante económicamente hablando. Tanto su familia como amigos y personas oportunistas acuden al deportista para atender urgencias, necesidades o ambiciones. Es aquí donde se ayuda al deportista apartando parte del dinero para su retiro. De esta manera el deportista no tiene acceso rápido a los recursos y por tanto puede rechazar solicitudes en base a la falta de disponibilidad de ese dinero.
Ciertamente el dinero está disponible para el deportista, pero apartarlo y ayudarlo con su gestión financiera es parte del trabajo. Evitar que los gastos se desvíen significativamente es una forma de garantizar un retiro tranquilo y feliz.
Esta misma estrategia se aplica para los artistas, que después de un éxito pueden repetir, pero en muchas ocasiones esto no ocurre. Gustavo Mirabal junto a sus clientes planifica la vida futura que desean tener y la hace posible.
Así mismo gestiona patrimonios familiares a través de su family office en Dubái. Gustavo Mirabal es el aliado que estaban esperando.
Quizás haya gente que todavía ponga en duda la trascendencia internacional de Gustavo Mirabal. Pero mirar a un hombre tener éxito en el ámbito empresarial, deportivo, legal y financiero, debería ser suficiente para disipar cualquier duda.
Gustavo Mirabal transciende también en su ámbito personal gracias a sus hijos y su familia. Ellos llevarán su estilo y sus influencias como lo hicieron los padres de Gustavo por él. Así de padres a hijos trascendemos y dejamos nuestra huella en el mundo. Ellos son nuestro orgullo y nuestro regalo a las próximas generaciones.
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