Salto Ángel maravilla de Venezuela y del mundo
Artículo # 74 de la serie:
GUSTAVO MIRABAL EN VENEZUELA
Venezuela es un país hermoso, con gente amable y trabajadora. Sus paisajes son alucinantes y sin duda una maravillosos.
Desierto, selva, nieve y volcán puedes encontrar en el territorio venezolano, el cual está conformado por 23 Estados.
Uno de esos lugares espectaculares que todo venezolano anhela conocer es el Salto Ángel, una cascada paradisíaca.
Tan sólo en fotos resulta impactante e impresionante.
Su belleza no puede describirse en una sola palabra así como su imponente figura. Son 997 metros de altura y 807 metros de caída de agua ininterrumpida.
El agua que sale de esta montaña viene del auyantepui, que en lengua pemón, significa: montaña del diablo.
Los pemones son el pueblo indígena que habita en esa zona del estado Bolívar, en Venezuela.
Aunque cuando se dio a conocer a la prensa y al mundo entero sobre este lugar ya los pemones lo conocían, el sitio lleva el nombre de su descubridor público.
Y es que el aviador y aventurero norteamericano Jimmy Angel fue quien descubrió esta impresionante cascada que hoy día está postulada para ser una de las maravillas del mundo.
Más dicho descubrimiento no fue casualidad, es producto de una parada obligatoria que el estadounidense realizó cuando tuvo que aterrizar de emergencia sobre el Auyantepuy.
Quedó tan impresionado que cuando pudo salir del lugar hizo popular aquella cascada que cautiva al mundo entero.
El Auyantepuy es un gigante entre las mesetas grandes. Tiene una altitud de 2535 metros y una superficie de 700 km².
Desde su cima se precipita la cascada más alta del mundo: el Kerepakupai Vená, más conocido como Salto Ángel.
Dada la belleza de este lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
Además es catalogado como un Parque Nacional y zona protegida desde 1962.
El territorio de donde surge el Salto Ángel se extiende sobre un área de más de 30.000 km² (similar a la extensión territorial de Bélgica).
No cabe duda de que los indígenas pemones son los descubridores del lugar. Pero se atribuye a los exploradores españoles Félix Cardona Puig y Juan María Mundó Freixas la primera aventura sobre ese lugar.
Ambos hicieron mapas y artículos sobre el salto y fue así como el explorador norteamericano llegó hasta él.
Jimmy Angel se contactó con Cardona y este lo guió hasta el lugar donde tuvieron que aterrizar de manera forzosa y tras estar allí en la cima viendo la cascada decidieron bautizar el sitio como Salto Ángel.
Dicho evento tuvo lugar el 21 de mayo de 1937.
Posteriormente en 1955 Letón Aleksandrs Laime es el primer hombre en escalar el Auyantepuy y cruzar el río que guía hasta el salto.
Es en 1949 cuando una investigación de la National Geographic Society determina la altura de las cataratas
La periodista Ruth Robertson estuvo a la cabeza de dicha investigación.
Dada la belleza del lugar y la cantidad de personas que lo visitan anualmente deciden postular al Salto Ángel como una de las maravillas del mundo.
Desde 2009 comenzó la promoción del lugar para ingresar al selecto listado de las 7 maravillas del mundo.
En 2011 Venezuela seguía insistiendo y el Salto Ángel era uno de los claros favoritos en la contienda por ocupar un puesto en esa lista.
Sin embargo, a pesar del favoritismo evidente, al final no fue elegido.
Pero para los venezolanos y para todo aquel que viaja a este extraordinario lugar no cabe duda de que es una maravilla del mundo.
Es impresionante, perfecto, hermoso y estar allí es simplemente maravilloso.
Una vez que el mundo entero supo de la existencia de esta majestuosa cascada comenzaron a viajar para Venezuela.
Turistas de diversas partes del planeta querían ver semejante caída de agua y otros bañarse en ellas.
¿Pero, cómo es posible bañarse allí? Se lo contaremos en breve.
Lo cierto es que en el estado Vargas hicieron presencia los extranjeros sedientos por mojarse con aquella preciada agua.
Algo que no es tan fácil de alcanzar porque requiere un gran esfuerzo físico. Aunque si no podéis hacerlo caminando lo puedes contemplar desde una avioneta.
Para llegar al Santo Ángel se tiene que hacer un periplo pero al final vale la pena tanto esfuerzo.
Dicen por ahí que lo bueno se hace esperar y justo así ocurre cuando un turista se lanza a la aventura de ir a Venezuela para conocer esa belleza natural.
Primeramente aterriza en el estado Vargas, a 10 ó 20 minutos de Caracas, sin tráfico.
Posteriormente debe trasladarse hasta el aeropuerto nacional donde tomará un vuelo hacia el estado Bolívar.
Estado que lleva el nombre del libertador de América Latina, Simón Bolívar.
Una vez allá tiene que abordar una avioneta hasta la población de Canaima. Alojarse allí y desde ese punto es que inicia la otra parte del viaje.
Era la víspera de verano, finales de agosto, y una pareja decide viajar hacia el estado Bolívar para conocer el Salto Ángel.
Tal viaje era el regalo de la chica, tras su cumpleaños.
Los enamorados partieron desde Caracas y cuando llegaron a Ciudad Bolívar debieron tomar la avioneta hasta Canaima.
Canaima es otro lugar paradisíaco en el que hay una laguna espectacular y saltos desde los cuales se ven hermosas montañas y prados.
Las cascadas hacen que Canaima sea irresistible para nadar y navegar en curiaras.
Las curiaras son la barca de madera sobre la cual se trasladan los pemones. Quienes además son los encargados de recibir a los turistas en el aeropuerto de Canaima.
Una experiencia que sin duda asombra porque los indígenas no son muy comunes en las ciudades. Así que ellos os reciben tal cual son y con la ropa que usan. Sí, con sus plumas en la cabeza, etc.
En Canaima hay varios hoteles en los que os podéis quedar. Son muy cómodos y todos tienen vista a la laguna.
Algunos de esos alojamientos son Waku Lodge, Hotel Venetur, el campamento Jungle Rudy y el campamento Parakaupa Canaima.
Una vez que se instaló la pareja en el hotel esperaron hasta el día siguiente para comenzar la ruta hacia el Salto.
El reto de subir hasta él caminando es bien complejo e implica salir muy temprano de la habitación.
A las 4:30 de la madrugada un camarero toca a la puerta para anunciaros que es tiempo de levantarse y quince minutos después vuelve para acompañarte al lobby.
Una vez que todos los turistas están listos salen a las 5:00 de la mañana en una curiara.
Dada la brisa, que a esa hora es fría, y el agua que salpica a medida que se avanza por el río churún, que en pemón significa traicionero, es necesario llevarse una bolsa negra de basura para usarla como vestido.
Tras dos horas y media disfrutando del amanecer sobre el río y viendo de cerca los Auyantepuy hay que hacer una parada.
Esta parada es obligatoria porque la corriente del río es muy fuerte y sólo los lancheros pasan por ellas.
Mientras los turistas caminan 20 minutos por un camino de tierra.
Una vez que el camino termina están los lancheros esperando para que se aborde nuevamente la curiara.
Finalmente luego de dos horas más de navegación sobre el río churún, que se vuelve rojizo, se debe pasar entre dos piedras enormes a los que los pemones llaman la garganta del diablo.
El paso entre ellas es muy rápido y las personas deben quedarse quietas.
Una vez que las atraviesan entonces se posa ante vuestros ojos lo más bello que podéis ver en esa zona: EL SALTO ÁNGEL.
Y aunque se ve cerca en realidad no lo está. Si eres de los que quiere tenerlo frente a frente debes dejar la curiara y prepararte para caminar.
El recorrido caminando hasta la cima es de 2 horas con 30 minutos. Cabe aclarar que la cima desde este punto (visto de arriba hacia abajo) es el final de la cascada.
La subida es fuerte, la selva es densa y los guías siempre están atentos y dispuestos a ayudar a los turistas. Conocen el lugar perfectamente. Pero no os podéis salir del sendero demarcado.
Una vez que estás cerca del salto es impresionante el sonido de las cataratas. Se escucha una enorme caída de agua.
Y cuando sientes que no puedes más y estás a punto de sentarte en el suelo, alzas la mirada y, ante tus ojos, está esto:
En ese punto estáis parado sobre una enorme roca. Hay que tener cuidado de no resbalar.
Por uno de los costados los guías hicieron un camino rocoso que lleva hasta abajo donde literalmente cae el agua a las personas. ¡Una experiencia increíble!
Tras culminar la visita el recorrido para llegar al hotel es el mismo: bajar desde la selva caminando más de una hora y media (la bajada es más rápida que la subida).
Posteriormente se aborda la curiara y se come algo para reponer fuerzas. Después hay que subirse de nuevo a la curiara y navegar por dos horas y media, volver a caminar por aquel camino de tierra y navegar dos horas y media más.
Finalmente llegas al hotel a eso de las 6:30 ó 7:00 de la noche.
Este desafío de conocer el Salto Ángel y hacerlo entre caminata y navegación, dura más de 12 horas (ida y vuelta).
Empero, es un viaje que vale la pena hacer y vivirlo con toda la intensidad que requiere.
¡Viva Venezuela y sus paisajes que te dejan enamorado y sin aliento! ¡Enhorabuena!
¿Os animáis a esta asombrosa aventura de ir al Salto Ángel?
Fuentes consultadas:
https://gustavomirabal.ae/
https://gustavomirabal.ch/
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