Cuidados son vitales para los potros en su desarrollo
Al igual que todo ser vivo es necesario que reciba la protección y cuidados que merece.
El objetivo de ello es gozar de buena salud y buena relación con el entorno.
La diferencia entre un potrillo y un bebé humano es que el humano no puede valerse por sí mismo cosa que sí pueden hacer los caballos.
Curiosamente desde que nacen los potros se levantan y dan pasos poco a poco.
Empiezan a descubrir su entorno y entonces viven la experiencia de reconocer el sitio.
A continuación conocerás cuáles son esos cuidados que se deben tener en cuenta.
Cuidados de los potros
Cuando una yegua está por dar a luz el entorno donde parirá tiene que ser el adecuado.
Lo ideal es que al momento del alumbramiento exista una especie de vigilancia para constatar que todo salga bien.
En este sentido el espacio debe contar con:
- Limpieza rigurosa en el lugar donde dará a luz
- Sustituya la viruta y coloque una gran cantidad de heno en el piso
- El heno garantiza que si el potro se cae, lo haga sobre una superficie más blanda
- También proporciona calor en los lugares fríos y evita que inhale cosas que le perjudiquen su salud.
Las primeras tres horas después del nacimiento del potrillo son cruciales. Toda la información que reciba la absorberá y retendrá de forma permanente.
Un dato curioso sobre los caballos es que tienen una capacidad impresionante para grabar en su memoria conductas, comportamientos y actitudes.
Tienen una excelente memoria y lo recuerdan para toda la vida.
Por eso cuando un caballo es maltratado siempre recuerda lo que le hacen y reacciona con un alto nivel de supervivencia y defensa personal.
Humanamente podrían decirle: caballo rebelde, pero realmente él trata de protegerse y podría reaccionar con algún movimiento brusco.
Madre e hijo: relación
La relación entre una yegua con su hijo es impresionante.
La unión entre la yegua y su potrillo ocurre en las primeras 24 horas.
Incluso ese vínculo se consolida en el primer mes de vida. Ya que en ese periodo los potrillos manifiestan una dependencia máxima de sus madres.
Durante ese tiempo no suelen compartir mucho con otros caballos pues prefieren estar cerca de su madre. Jugar con ella, sentir su calor y disfrutarla.
Puesto que en cualquier momento serán vendidos a algún granjero que desee entrenarlo para el deporte.
En este sentido, el periodo de socialización es dos o tres meses.
La mejor forma de evitar problemas de comportamiento y conflictos cuando el equino sea adulto, es interactuar con él desde potrillo.
Se recomienda que antes del destete, es decir, antes que sea vendido sea domado.
Una parte significativa de la formación de cualquier caballo joven está relacionada con las experiencias que tiene a principios de la vida.
El momento más fácil de manejar y entrenar a un potrillo es antes de que sea destetado de la yegua.
El potrillo comienza a jugar con otros potros y explora su entorno.
Encuentro potro-humano
Los caballos son animales asombrosos, llenos amor, valor y coraje.
Es por ello que para tener un equino sano emocionalmente se tienen que aprovechar las primeras 3 horas del animal.
En ese lapso de tiempo hay que hablarle, acariciarlo, tocarlo. De esa manera el animal sabrá que no debe temer a los humanos.
Que cuando se acerquen no será para hacerle daño sino para acariciarlo e interactuar con él.
Así se va construyendo una relación de confianza con el potrillo una relación de confianza y respeto, al mismo tiempo que le vamos a quitar sus miedos.
Dadas esas cosas extraordinarias de El Creador se ha descubierto que los caballos son una especie precocial.
Esto quiere decir que los potrillos recién nacidos son neurológicamente maduros.
Aunque también muy vulnerables inmediatamente después del nacimiento y deben ser capaces de identificar el peligro y huir si es necesario.
Cómo se alimenta un potro
La leche materna es el alimento principal que recibirá el potrillo durante el primer mes de su vida.
Incluso es el mejor alimento que puede recibir. El más recomendable.
Luego de esa etapa empezará a ver la forma de alimentarse de otros ejemplares y comenzará a imitarla o hasta por necesidad.
En esta fase hay que estar muy pendientes de ellos y vigilarlos.
El cuidador tiene la tarea de ofrecer al animal la posibilidad de nutrirse con alimentos sanos y que se encuentren a su alcance.
En pro de ello es preciso habilitar un comedero bajo sobre el que deberemos tener cuidado con la madre (para que no se coma el alimento destinado al hijo).
Para este momento ya se le puede suministrar avena, hierba fresca y heno; la cantidad dependerá de la leche que aún mame de la madre. La ración se irá aumentando de manera gradual a medida que el potro vaya creciendo.
Hasta los 18 meses aproximadamente el alimento básico debe ser la avena.
Recomendaciones
Cuando el potro nace se debe tener en cuenta lo siguiente:
A las dos horas después de nacer el potrillo debe estar puesto en pie y haber comenzado a mamar.
Es imprescindible que el potro tome el calostro de su madre inmediatamente y si tuviera dificultades para mamar, se debe ordeñar la yegua para recoger el calostro en un recipiente limpio y dárselo al recién nacido con un biberón.
Si el potro no toma el calostro en las 8 horas siguientes a su nacimiento puede padecer una infección.
En caso de que la madre entre nuevamente en gestación, hay que destetar los potros pasados los 10 meses, de lo contrario, podrá mamar de su madre hasta los 20 meses.
Los potros deben habituarse al cabestro a una edad temprana y se acostumbrarán a estar atados.
Cuando ate a los animales utilice un nudo seguro de forma que pueda deshacerse rápidamente si fuera necesario.
consejos para que cuides tus potrillos
- Siempre procure tener un espacio en el que pueda tratar a la yegua o al potrillo: Esto para tratar a la madre o al pequeño por si requieren algún tratamiento médico que implique que los separen por unos días mientras se recuperan.
- Construya una cerca alta y fuerte: Debido a que los potrillos pueden presentar deseo de estar con otros caballos es necesario construir una cerca alta. Se recomienda una altura de un metro y medio (150 cm).
- Los potrillos deben tener un espacio grande para que corran y jueguen: Esto les ayuda a incrementar su masa muscular y les permite aprender a utilizar sus patas.
- Siempre tiene que haber agua limpia: El agua es vital para el crecimiento del potrillo más ésta siempre tiene que estar limpia para evitar cólicos u otras infecciones.
- Asegúrese de que el corral sea seguro: Fíjese de que no haya huecos o espacio en las cercas, donde el casco del potrillo pueda quedar atorado. En última instancia, deberías tener un paddock con una malla de alambrada o con postes y barandas. Los potrillos no deberían acercarse demasiado a la cerca, pero tienden a hacer cosas tontas.
- Cree un espacio donde el potrillo se resguarde de climas fuertes: Un refugio simple con una puerta sería suficiente. No obstante, una caballeriza sería mucho más cálida y protegería a los potrillos del sol, la lluvia, el viento o el frío.
- Los comederos deben ser seguros y no tener partes afiladas ni puntiagudas. Por lo general, un plato de goma o un neumático sirven de comedero. También puedes emplear una tina o bañera, asegurándote de que no tenga bordes afilados.
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