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Principios de la Bioética

Ya hemos mencionado los aspectos generales de la bioética en una entrega anterior. Por ello continuamos desarrollando el tema de la bioética y en este artículo nos centraremos a abordar los principios generales de la bioética. Estos surgieron del arduo trabajo de algunos referentes principales de la bioética.

En el año 1979, los máximos ponentes de la bioética como son Tom Beauchamp y James Franklin Childress en consenso definieron los cuatro principios de la bioética: autonomía, no maleficencia, beneficencia, y justicia.

En principio precisaron que estos principios son a primera vista, esto es, que vinculan (son obligatorios) siempre y cuando no choquen entre ellos. Así mismo habrá que dar prioridad a uno u otro, dependiendo del caso.

No obstante, en el año 2003 Beauchamp considera que los principios deben ser detallados para aplicarlos a los análisis de los casos determinados. Es decir estos deben ser discutidos y fijados por el caso preciso a nivel particular.

Podemos ver la importancia de los principios de la bioética puesto que estos se aplican a múltiples investigaciones y casos de salud. Además se aplica a aquellos casos de innovación tecnológica por lo que es fundamental tener muy claro lo que implica los Principios de la Bioética.

Ojalá y esta se aplicara al pie de la letra en aquellos experimentos de productos donde han sido tan despiadados con los animales. Si su aplicación fuese de manera rigurosa y los gobiernos se encargaran de regular y supervisar basados en los Principios de la Bioética la realidad sería muy distinta.

Más allá de todo esto hay que crear conciencia tanto en los investigadores como en la población en general ya que los Principios de la Bioética son aplicables a múltiples casos.

Principio de autonomía

La autonomía en la bioética manifiesta la capacidad para darse normas a uno mismo sin dominio de presiones. El principio de autonomía goza de un carácter dominante y debe respetarse como norma. Sin embargo, cuando se dan contextos en que las personas puedan no ser independientes para tomar una decisión. Este es el caso de personas en estado vegetativo o con daño cerebral.

En esta situación particular será necesario justificar por qué no existe autonomía o por qué esta se encuentra disminuida. En el ámbito médico, el consentimiento informado es la máxima expresión de este principio de autonomía. Por esta razón instituye un derecho del paciente y un deber del médico. En este sentido, las preferencias y los valores de la persona convaleciente son fundamentales desde el punto de vista ético. Además admiten que el objetivo del médico es respetar esta autonomía puesto que se trata de la salud del paciente.

Principio de beneficencia

Este principio supone el deber de actuar en favor de otros. De esta manera se estará promoviendo sus genuinos intereses y eliminando prejuicios.

Un primer obstáculo al examinar este principio es que excluye el punto de vista del paciente. Siendo este el primer afectado por la situación debido a su falta de conocimientos médicos.

Sin embargo una de las situaciones donde hasta cierto punto se logra cumplir este principio es cuando un paciente se niega rotundamente a recibir una transfusión de sangre. Esto suele pasar con las personas de la religión de los testigos de Jehová debido a sus creencias religiosas no suelen aceptar este tipo de tratamiento

Sin embargo ellos plantean otras alternativas que funcionan para las patologías que ameritan transfusión de sangre. Entonces podemos observar que en este caso si se hacer valer realmente en principio de beneficencia

Principio de no maleficencia

Este es un principio de suma importancia puesto que aplica prácticamente a las acciones del ser humano en general. Por esta razón debe cuidarse expresamente de realizar actos que puedan causar daño tanto a animales como humanos y el medio ambiente en general.

De allí que es un imperativo ético válido para todos. Por lo que no solo aplica en el campo de la medicina sino que va mucho más allá de esto.

Ahora bien abordando específicamente el campo de la medicina este principio debe encontrar una paráfrasis adecuada. Desafortunadamente en muchos casos las acciones que emplean los médicos dañan para obtener un bien. El estudio de este principio va de la mano con el de beneficencia, para que predomine el bien sobre el daño.

Las connotaciones desde el punto de vista médico del principio de no maleficencia de la bioética son varias:

El personal que labora en el ámbito médico es multidisciplinar pero indistintamente de la profesión estos deben contar con formación profesional y título emitido de una universidad acreditada. Es decir que deben contar con una inexorable formación teórica práctica para tener las bases sólidas y desempeñar la carrera con facilidad.
El personal de medicina está obligado a investigar sobre tratamientos y procedimientos innovadores. Esto con la finalidad de mejorar los actuales y por ende que estos sean menos dolorosos e invasivos para los pacientes.
Por otro lado es de suma importancia de evolucionar en cuanto al tratamiento del dolor. De allí que se deba evitar la medicina defensiva. En efecto procurar en la medida de lo posible la proliferación de prácticas de tratamientos redundantes.
Por último este concepto aparece por primera vez en el Informe Belmont (1978).

Principios de la Bioética: Justicia

Mantener el principio de la no discriminación por ningún motivo. Esto tiene como objetivo lograr el descenso de los contextos de desigualdad. Entre estos podemos mencionar la ideológica, social, cultural, económica. En el campo de la salud se debe mantener el principio de igualdad y equidad.
Las políticas públicas se planifican de acuerdo con ciertos principios materiales de justicia.
Este principio está relacionado con la norma moral de dar a cada quien lo que necesita, de la cual se derivan diversas obligaciones. De esta manera se puede hacer una adecuada distribución de los recursos.
Esto hace que la justicia en cierto modo sea sinónimo de equidad. Pues este significa el uso racional de los recursos (beneficios, bienes, y servicios). Así como la distribución de estos en función de las necesidades así como de la eficiencia y eficacia.

En síntesis

Vemos la amplitud de los Principios de la Bioética y su aplicación en el área de la salud. No obstante, debemos tener en cuenta que estos son aplicados a las acciones de los seres humanos en relación con los demás seres vivos. Es decir abarca todo un ecosistema y esto es bueno resaltarlo porque los incendios provocados por el hombre traen como consecuencia una gran cantidad de animales, arboles lamentablemente desaparecen.

Por eso es una invitación a tratar en la medida de lo posible de que las acciones que como personas hagamos tengan los maravillosos Principios de la Bioética. De este modo podremos dejar una huella positiva en nuestro entorno y en el planeta.