Hoy les contaremos acerca de una raza muy particular, se trata del caballo islandés.
Esta raza oriunda de Islandia, como su nombre lo indica, tiende a parecerse al poni.
Sin embargo, tras su evolución, de forma autónoma, se ha vuelto un caballo muy apreciado y muy caro.
Razas: El caballo islandés
El caballo islandés proviene seguramente del cruce entre los diversos tipos de ponis (que existían en las islas Shetland y el norte de Escocia, Irlanda y la isla de Man) y los caballos nórdicos.
Se presume que su evolución surge cuando a finales del siglo X se prohíbe la importación de caballos desde Islandia.
El caballo islandés pesa en 300 y 400 kilos y mide entre 1,25 y un metro y medio. Su tamaño es pues, más parecido al de un poni, pero en Islandia siempre se les han llamado caballos.
Por una parte, cabe resaltar que éstos son animales fuertes y fogosos.
En lo que se refiere al color, se trata de una de las razas multicolor y dentro del pedigrí todas las tonalidades están aceptadas.
Carácter
El caballo islandés es independiente, se orienta fácilmente, pero al mismo tiempo es un animal dócil y amable.
Es duro, sobrio y rústico, con una gran fuerza. Es por ello que es muy utilizado en agricultura.
Otras virtudes de esta raza es que se contenta con poca comida y no necesita cuidados ni delicadezas, aunque aprecia el cariño.
En este sentido, y por encima de todo se ha mostrado muy resistente a las enfermedades e incluso a los problemas derivados de la consanguinidad.
Lo cual lo hace muy apetecido y valorado. Incluso es la razón por la que muchos visitan la isla.
La esperanza de vida se sitúa entre los 35 y 40 años, una de las más altas para un caballo, e incluso, algunos especímenes llegan a los 55 años.
Fuentes consultadas: