Respeto y confianza son dos cosas que deben prelar al momento de adiestrar a un caballo.
Al igual que en cualquier otra relación, estos dos valores son indispensables para que las cosas funcionen.
En este artículo hablaremos sobre cómo el respeto y la confianza nos ayudan con nuestros caballos.
Respeto y confianza
La comunicación con nuestro caballo es fundamental para relacionarnos con él. Para muchas personas resulta complicado trabajar con estos animales, ya que su lenguaje es corporal. Pero con el tiempo podemos ir aprendiendo, captando e interpretando todas las señales que el caballo nos trasmite.
Los caballos tienen una organización social con reglas de convivencia, que ellos respetan naturalmente. Por eso, es importante conocer su estructura social y respetarla.
En el mundo de la comunicación con caballos, se debe tener presente que éste siempre elegirá el camino de la menor resistencia. Como animal de presa, básicamente evita los conflictos. Por esta razón, no es preciso considerar este tipo de actitud como obstinación. Sino más bien como una postura inteligente.
Es allí donde entra el respeto a la naturaleza del caballo para ganarnos su confianza y lograr que nos obedezca.
Conoce sus sonidos
Los caballos hacen 8 sonidos básicos: bufar, chillar, saludar, sonido de cortejo, sonido maternal, relinchar, rugir y soplar.
Debemos conocer sus sonidos para comprenderlos mejor y de esa forma tener una comunicación efectiva.
Adicionalmente, ellos usan las expresiones faciales para comunicar sus emociones y estados de ánimo.
Por ejemplo si un caballo tiene las orejas hacia atrás y sus fosas nasales dilatadas, puede estar preparándose para atacar.
En esta parte es cuando aparece el soplido.
Señales
El equino emite diferentes sonidos, los cuáles pueden variar en intensidad duración. Así como en función del sexo, edad y estímulo que lo provocó. No se debe olvidar que el relincho es el sonido más fuerte emitido por el caballo y tiene diferentes tonalidades.
Por su parte, el gruñido se produce antes de comer, al iniciar la actividad sexual o cuando la yegua se siente molestada por su potro.
Además se encuentra el bramido el cual forma parte del comportamiento de amenaza, luchas y rechazo sexual agresivo. El gemido, que mayormente es corto, débil y de baja tonalidad… siempre expresa sensación de dolor.
Fuentes consultadas: