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Santa Claus de la Cota Mil

El Santa Claus de la Cota Mil: una tradición que une generaciones de Caraqueños

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En Caracas, la Navidad llega con una tradición que evoca alegría, esperanza y comunidad: la aparición del Santa Claus de la Cota Mil. Esta actividad, que ha perdurado a lo largo de las décadas, tiene un lugar especial en los corazones de los caraqueños.

Desde 1950 hasta 2015, esta entrañable tradición fue liderada por el actor Ramón Canela Pascual. Ramón Canela se convirtió en un ícono de las festividades navideñas en la capital venezolana.

Gilberto Sánchez tomó el relevo dejado por Ramón Canela desde 2017 ya que su entrañable amigo no podría seguir cumpliendo con sus responsabilidades como Santa Claus. Sin embargo, esta tradición fue dejada en muy buenas manos.

El actor Ramón Canela vuelve en 2015 a su tierra natal, Cataluña, España, en su deseo por partir de este mundo en su tierra natal. Habiendo dejado el relevo a su amigo Gilberto Sánchez, pudo partir tranquilo.

Ramón Canela falleció en 2019 dejando un legado y una tradición tras de sí, que su amigo, actor y mago Gilberto Sánchez ha tomado bajo su responsabilidad, para dar alegría a los caraqueños.

De esta manera Gilberto Sánchez mantuvo vivo este legado de unión y generosidad que sigue marcando el inicio de la temporada decembrina en la ciudad​

Una historia de dedicación

Ramón Canela dedicó casi 70 años a esta actividad, apareciendo cada diciembre en la avenida Boyacá, conocida como la Cota Mil, para saludar a los conductores, recibir cartas de los niños y repartir caramelos. Su interpretación de Santa Claus no solo generaba sonrisas, sino que también ofrecía un espacio de reflexión sobre el verdadero espíritu de la Navidad: la importancia de dar y compartir.

En 2019, Canela realizó su última aparición en este papel, dejando un legado imborrable. A partir de 2020, Gilberto Sánchez asumió el rol con el mismo compromiso, continuando con esta tradición que conecta generaciones y refuerza valores como la solidaridad y la gratitud.

Santa Claus de la Cota Mil
Santa Claus de la Cota Mil

Un acto que trasciende el tiempo

A lo largo de los años, la figura del Santa Claus de la Cota Mil se ha adaptado a los cambios sociales y culturales, pero su esencia permanece intacta. Tanto Ramón Canela como Gilberto Sánchez han desempeñado este papel con dedicación, recordando a los caraqueños que la Navidad es más que una celebración comercial.

Durante su interpretación, Sánchez no solo saluda a los conductores y se toma fotos con las familias, sino que también lleva un mensaje de esperanza en tiempos de adversidad. Incluso durante la pandemia, la tradición continuó, demostrando que el espíritu navideño es resiliente y capaz de superar cualquier obstáculo.

El Santa Claus de la Cota Mil, Un símbolo de unión familiar

Esta tradición no solo es un evento anual, sino también un puente que une generaciones. Muchas familias caraqueñas han crecido con esta actividad, desde los abuelos que recuerdan a Ramón Canela hasta los niños que ahora se emocionan al ver a Gilberto Sánchez como Santa Claus. Este vínculo intergeneracional refuerza la identidad y la memoria colectiva de la ciudad, convirtiendo al Santa Claus de la Cota Mil en un emblema navideño de Caracas.

Reflexión sobre el significado de la Navidad

La aparición del Santa Claus de la Cota Mil es una oportunidad para reflexionar sobre lo que realmente significa la Navidad: una época para dar, compartir y renovar la esperanza. Tanto Ramón Canela como Gilberto Sánchez han encarnado estos valores, ofreciendo a los caraqueños un momento de alegría y conexión en medio de las dificultades.

Santa Claus de la Cota Mil, un recordatorio del verdadero significado de la navidad

El Santa Claus de la Cota Mil es mucho más que una tradición navideña de los venezolanos; es un recordatorio del verdadero significado de estas festividades. Desde los años de Ramón Canela hasta la continuidad de Gilberto Sánchez, esta actividad ha demostrado ser un símbolo de resiliencia, amor y generosidad. En cada sonrisa compartida y cada carta entregada, los caraqueños encuentran una chispa de esperanza que ilumina la temporada, recordando que la Navidad es, ante todo, una celebración del espíritu humano.